LA PALMERA CANARIA DE “PAQUESITO” EN INGENIO ES UNA DE LAS MAS ALTA Y LONGEVA DE ESPAÑA

En la Villa de Ingenio se alza hacia el cielo la ya famosa palmera canaria de “Paquesíto” (Phoenix Canariensis), es actualmente una de las más alta y longeva, no de Canarias sino de toda España.

Sobrepasa los cuarenta metros de altura y su edad oscila entre los 500 y 600 años, quiere decir esto, que estamos ante una planta viva que ha sido testígo único de los últimos acontecimientos en la conquista de Canarias por las tropas Castellanas (siglo XV), sobreviviendo a lo largo de más de cinco siglos hasta nuestros dias en plena éra atómica y de altas tecnologías (siglo XXI).

Para contemplar esta “Reina de las Palmeras”, tenemos que llegar hasta “El Puente” y desde allí nos desplazamos hasta el Parque de Néstor Álamo ubicado al fondo del “Barranquíllo de Ingenio”, éste hermoso lugar es fácil de llegar y aunque está escondido en ése profundo Valle que separa la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de Candelaria y el típico barrio de Los Molinillos y El Puente dentro de ése hermoso recorrído por el cásco histórico.

El Ayuntamiento de la Villa de Ingenio construyó y rehabilitó dícho parque de cerca de 10.000 m2, lugar donde se alza ésta famosa palmera, adecentando el barranco y dotándolos de una arboleda y flora tradiccional y autóctona que junto al restaurado molíno de gofio de cuya molienda éra antiguamente a través de un circuíto de agua, haciendo de éste lugar una zona de bienestar y descanso, enmarcado dentro de un medio completamente de pura naturaleza que está siendo visitado por millares de turistas al año.

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Lo curioso de éste “azocado y privilegiado enclave natural” es que el visitante ve la palmera gigante desde cualquier horizonte del cásco antíguo de Ingenio, sin mayor sorpresa por lo “abrupto del profundo valle-barranco”, cuando el visitante llega a sus pies en el parque de Néstor Álamo, es cuando exclama su veracidad y su majestuosa y casi recta figura hacia el cielo, quedando gratamente sorprendido y sastifechos ante su incomparable belleza natural.

(c) Blassanchez.com - Antonio Estupiñán Sánchez