
El presidente de la cooperativa de taxis de Ingenio, Calixto Espino, imputado por cohecho dentro del caso Taprada, negó ayer ante la titular del Juzgado de Instrucción y Primera Instancia de Telde, María de los Ángeles Zabala, las declaraciones que realizó el día que fue detenido junto a una veintena más de taxistas y el ex jefe de Tráfico de Telde y principal imputado, José Prados.
Espino afirmó que no había pagado "ningún tipo de comisión" a Prados ni le ayudó a cobrarlas y que "mintió en esas declaraciones porque empezaron a presionarlo" en la Comandancia de la Guardia Civil. En el Juzgado, añadió, no le presionaron, pero "también mintió pese a haber sido asesorado por su letrado previamente".
A instancias del fiscal del caso Taprada, Antonio Amor, el taxista aseguró que "sabía que había transferencias ilegales a través de comentarios en el aeropuerto por los taxistas". Asimismo, Espino declaró que tuvo conocimiento de que "las transferencias de licencias se traspasaban a cambio de dinero". De hecho, reconoció que había traspasado la suya mediante esta fórmula, aunque nunca consultó, dijo, si estos traspasos eran legales o no durante el tiempo que ejerció como secretario de la cooperativa de empresarios taxistas de Telde.
Por otro lado, el presidente de la cooperativa de Ingenio afirmó que jamás había asesorado a los compradores de las licencias 16 y 21, cuyas transferencias iniciaron la investigación.
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