
En Carrizal de Ingenio, sorprendimos hace uno días (en la foto que ilustra ésta crónica) a tres veteranos labradores, destacando a Chanito Sánchez que con sus 86 años a sus espaldas, alista la tierra a golpe de “sacho” (azada), con su hijo Chano y Pepito Viera, posteriormente se hacen los batientes, se emparejan los surcos para más tarde estercolar la tierra, culminando junto al “zurrón del grano” y su peculiar herramienta del palillo para depositar los granos de millo (maíz) a unos centímetros de profundidad, al objeto de “despistar a los pájaros y palomas”, quién dice millo, puede ser papas, ajos, cebollinos, tomateros y todo lo concerniente a nuestra tierra agrícola.
Nuestro veterano Chanito Sánchez, es quizás uno de los más antiguos labradores -ganaderos de Gran Canaria, nació en las labores del campo y aquí dejará sus restos, tras una dedicación de más de 65 años dedicado al mundo de la labranza.
No obstante y pese a los adelantos de las maquinarias en el sector agrícola, las antiguas herramientas ú utensilios que usaron nuestros abuelos, figuran hoy en la actualidad en un primer orden de dedicación y lejos están de su desaparición. El palillo para plantar, la azada para cavar la tierra y alinear los surcos y los batientes como zonas protectoras del regadío (entre los surcos y los tajos), y hay quién todavía utiliza aquellas “azadas de cuatro esquina”· de cuyas paladas, arrastran consigo mismo gran cantidad de tierra.
Reiteramos que son cada vez más escasos los labradores y ganaderos autóctonos, de no surgir las precisas y necesarias ayudas a las costosas tierras de labranzas, su inmediato fin está cerca, perdiéndose así tradiciones de muchos siglos ante el progreso industrial, donde los alimentos “artificiales”, no serán nunca como los “naturales” de nuestros marginados agricultores y ganaderos autóctonos.
(c) Antonio Estupiñán - RegionCanarias.es
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