EL RECONOCIMIENTO AL CARRIZAL DE NUESTRAS ABUELAS

La historia nos otorga siempre el vivo reconocimiento de las herencias ascendentes que nos dejó nuestros antepasados, donde permanecen ó se conservan a través del tiempo, quedando inamovible en los frutos de una época gloriosa, simbolizada en el recuerdo.

Hace unos años, a través de la dirección de la empresa industrial “El Paso-2.000”, ubicada en Las Majoreras del Carrizal (Ingenio), financió los trabajos de una serie de carteles-murales, donde se recoge las viejas herencias dejadas en nuestras antiquísimas arquitecturas de los edificios y diversos proyectos agrícolas del ayer, incluido las diferentes obras de nuestros carpinteros para las diversas puertas y ventanas, muchas de los cuales tienen más de 300 años de antigüedad. Indudablemente un trabajo muy detallado y estudiado de la historia viva del pueblo del Carrizal, de cuyos marcos lo vemos en múltiples hogares del municipio de Ingenio, Agüimes y Santa Lucía. El coste económico de estos cuadros históricos de nuestro patrimonio antiguo, van exclusivamente destinado, una parte a la Parroquia de Nuestra Señora del Buen Suceso y la otra a entidades humanitarias y de necesidades, naturalmente un gesto loable digno de los mejores encomios.

En la confección de los carteles-murales, colaboraron desinteresadamente un equipo formado por Agustín Monzón, Anita y Margarita Ramírez, Antoñita María, Abel y Sebastián López, J. Ezequiel Morales y J.C. Falcón.

Las fotos expuestas, varias inéditas, nos muestran la playa y Roque del Burrero, una cita obligada y donde quedan varios marinos-barqueros que nos traen el rico pescado fresco todos los días. Recogen también el antiguo campanario-Cimborrio y la cúpula de la histórica Iglesia de Nuestra Señora del Buen Suceso. No podían faltar las viejas y afamadas salinas cercanas a la playa del Burrero. También se ofrece la recuperación de los antiguos molinos de vientos (hecho de hierro-estilo americano), del que se ha recuperado dos, uno en el “Paso 2.000” y el otro en la rotonda de Las Puntillas, dichos molinos de vientos extraían el agua del subsuelo para regar toda esta zona del litoral costero del Carrizal. También se ofrece el antiquísimo molino de gofio del Toril de casi un siglo de edad, único en su genero en Gran Canaria, la tormenta “Delta” lo destrozó y actualmente está en vías de rehabilitación. Se ofrece también las que fuera famosas acequias de la heredad del Carrizal conocidas de antaño por “La Caná” y sus clásicas cantoneras de distribución del agua que durante mas de 400 años recogieron el agua de los nacientes y pozos del barranco de Guayadeque, para regar las tierras del Carrizal así como para el consumo diario de sus familias. No podía faltar la foto de una de las viviendas más antiguas de Gran Canaria “La Casa Huerta del Carrizal”, hoy rehabilitado como (Casa del Obispo) y se conserva perfectamente con una antigüedad de más de 500 años. Otras de sus históricas fotos se encuentra las viejas tiendas de comestibles y “racionamiento de alimentos”, antiguos almacenes de empaquetados del tomate que tanta “hambre quitó en los años críticos de la contienda nacional del 36 y posterior posguerra”. Los hornos de cal (principal materia prima-industrial del ayer) para las construcciones en general están representados en los murales, también diversos monumentos a “Los Salineros” y los “Cochineros” a los agricultores y aparceros, donde se cuenta numerosa viviendas con más de 300 años de antigüedad, esto otros temas de interés general están plasmados en lo que nosotros le llamamos “La Herencia de nuestras abuelas”.

No cabe duda de que todos aquellos que contribuyen por la conservación y la recuperación de nuestro patrimonio, sin nada a cambio, más bien para favorecer a nuestros necesitados, serán “Hijos bien recibidos, recordados y respetados”.

(c) Antonio Estupiñán Sánchez - regioncanarias.es